En Noviembre 2003 Sandra Orejarena Troya, joven de 19 años denuncia al diputado a la Asamblea departamental en ese entonces, Jorge Enrique Orejarena, por el delito de acceso carnal en persona puesta en incapacidad de resistir.
La Fundación Mujer y Futuro, ONG, lideró una campaña nacional «por Sandra dignidad, justicia y reparación para las víctimas de delitos sexuales» al ser un caso emblemático en el cual se condenaba a la víctima señalándola de mentirosa y al encontrarse irregularidades en el procedimiento de la justicia donde se tergiversó la información para crear dudas a favor del procesado, quien era un hombre público y con poder.
La Fundación Mujer y Futuro, junto con otras organizaciones femeninas realizaron veeduría y acompañamiento del caso con el fin de lograr justicia y verdad, apoyar los procesos de reparación para las víctimas de delitos sexuales y erradicar esta atroz violencia. Es así que cuatro años después se logra que la Corte Suprema de Justicia dicte sentencia contra el exdiputado Jorge Orejarena, en el que se le impuso una condena de 12 años de prisión.